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Obesidad infantil: ¿Cómo lograr el peso adecuado?

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obesidad infantilUna alimentación sana y balanceada es vital para propiciar el eficaz desarrollo y crecimiento del niño, no solo a nivel físico, sino también intelectual.

Una alimentación correcta durante los primeros años de vida, actuará favorablemente sobre el estado de salud, habilidad para aprender, socializar y racionalizar.

Sin embargo, los pequeños no están exentos de los problemas de obesidad por lo que se deben controlar las porciones de consumo.

Sin exagerar

Algún cambio o tendencia a la obesidad sin ningún patrón clínico, como diabetes o colesterol alto, se considera sobrepeso pediátrico, y debe ser referido a un nutricionista dietista para iniciar el cambio y establecimiento de un patrón alimentarlo, modificando la ingesta calórica.

Es importante señalar que los padres deben evitar someter a sus hijos a regímenes extremos de pérdida de peso, porque esto significará un riesgo directo a su salud.


Conductas inesperadas

El obsesivo control de peso o la adopción de dietas extremas de adelgazamiento en edades tempranas sin supervisión médica y sin aprobación de un nutricionista puede ocasionar conductas no saludables en niños, y sobre todo en adolescentes; los métodos extremos de dietas en la juventud se ven asociados a conductas de riesgo, como fumar o beber.

Al haber fallas de energía en el organismo, el adolescente buscará nuevos métodos para suplir la necesidad de ingerir algún tipo de alimento que considere dañino.

 

Huesos en peligro

Tanto en las niñas como en varones, el período en el que más se desarrollan y crecen los huesos es durante los 11 y 17 años, alcanzando el pico de masa ósea luego de superar los 25 años; sin embargo, durante la pubertad, muchos son los adolescentes (especialmente del sexo femenino), que hacen dietas extremas para verse delgados, una acción que se transforma en un grave factor de riesgo para futuras osteoporosis y fracturas.


Educación alimentaria

Es un componente importante para lograr el peso saludable en los niños y adolescentes; además de establecer un plan de tratamiento, los padres deben comprometerse con el apoyo a sus hijos durante el proceso, ya sea preparándoles las comidas indicadas o fomentando el desarrollo de actividades físicas familiares, sin dejar de darle seguimiento a su alimentación en las escuelas y centros de cuidado.

En el hogar se les deben brindar opciones saludables, y enseñarles a identificar desde muy jóvenes un menú equilibrado, las comidas correctas, y las porciones indicadas, para que durante su crecimiento tengan conciencia de lo que es mejor para ellos.

[Leer remedios caseros para combatir la obesidad infantil]


Elija productos bajos en grasa y en calorías

Usted puede eliminar fácilmente la grasa de la dieta de su familia al cambiar los alimentos altos en grasas por sus contrapartes bajos o libres de grasas. El helado, leche, yogurt, queso cottage, crema acida y queso crema ya vienen en presentación baja en grasas e incluso en variedades sin grasas. Las botanas horneadas, como los pretzels y las galletas tienen menos grasa que las fritas, como las papas.

(Excepción: No reduzca la leche o la grasa en la comida de los menores de dos años, quienes tienen necesidades dietéticas específicas.)

Para bajar el golpe calórico en las comidas familiares, busque alimentos con granos enteros, porque la fibra puede ayudarle a llenarse sin sumar calorías. El pan, bagels, pastas y arroz son buenas opciones. Pero sea cuidadoso con lo que se les pone. No use salsas cremosas, que son altas en grasas. En su lugar, use salsa sencilla de tomate, por ejemplo, o una salsa hecha con carne baja en grasas.

Otras sugerencias para reducir calorías: sirva la mermelada en vez de mantequilla, preferentemente la variedad que sólo tiene fruta, sin azúcar. Use vegetales al vapor o salteados, en vez de los fritos. Elija los cortes de carne magros, como sirloin, lomo, bola y cortes del costado. Retire la piel del pollo antes de cocinarlo. En vez de freír los alimentos, áselos, hiérvalos o rostícelos.

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