Beneficios del melocotón o durazno que son sorprendentes
El melocotón o durazno proviene de un pequeño árbol caducifolio, el melocotonero, que puede alcanzar una altura de entre cinco y diez metros, ramas anchas y verdes hojas puntiagudas y con nerviaciones.
Su fruta es una drupa cubierta de una piel aterciopelada y ligeramente acanalada por un lado, que contiene una carne amarilla o blanquecina, delicadamente perfumada, y una única semilla de gran tamaño.
Documentados en China a partir del siglo x a C, los melocotones viajaron por diferentes culturas y países hasta Persia y las regiones mediterráneas a lo largo de la Ruta de la Seda. Se cree que su cultivo en espalderas puede remontarse al antiguo Egipto.
Los melocotones son una fruta muy apreciada, repleta de leyendas populares y tradiciones en China, Japón, Corea, Laos y Vietnamí. En el taoísmo el melocotón es el Tao y el símbolo de la longevidad. El hueso es un antiguo símbolo de los genitales femeninos.
La madre del Emperador de Jade, la Reina Madre de Occidente, cultivaba como diosa Seiobo un jardín de melocotoneros que florecía sólo una vez cada mil años, y aseguraba la eterna existencia de los dioses alimentándolos con los melocotones de la inmortalidad.
Para los antiguos romanos eran la fruta de Venus, que estaba también asociada con la inmortalidad, la verdad y la sinceridad.
Propiedades curativas
Aunque las hojas, la corteza, las flores y los huesos de los melocotones poseen valor medicinal y se utilizan en herboristería, la simple contemplación en primavera de un melocotonero en flor puede alegrar el corazón y sanar el espíritu.
El jarabe de flores, recomendado contra la tos, tos ferina o asma, se obtiene con las siguientes proporciones: una parte de flores, una de azúcar y una y media de agua hirviendo. Mezclar todo y removerlo hasta que forme un almíbar. Se deja reposar dos o tres horas y se filtra cuidadosamente. Los adultos pueden tomar una cucharada sopera al día y los niños una de café.
Si desea usarlo como laxante suave y calmante, se pone una cucharada de flores secas por cada litro de agua del que se tomará una taza diaria. Puede darse a los niños teniendo en cuenta que la dosis no debe exceder dos cucharadas al día.
Siempre que no se excedan las cantidades recomendadas, con los preparados a base de hojas y flores de melocotonero se obtienen excelentes resultados pero, cuidado con los excesos en las dosis porque ambas partes del árbol contienen una pequeña cantidad de ácido prúsico y cianhídrico. Lo más importante es no ingerir nunca la almendra contenida en el hueso, ésta sí es venenosa y jamás debe ser utilizada en recetas medicinales.
Si deseas, puedes conocer recetas de mascarillas de melocotón para la piel seca, mixta y más
Para uso externo (compresas, cataplasmas, gargarismos…) se prepara en decocción, una taza de café de hojas y flores, que pueden ser frescas o secas, por cada litro de agua. El mismo preparado se puede utilizar en maniluvios y pediluvios.
Receta saludable con melocotón o durazno
Melocotones rellenos
Ingredientes
4 grandes melocotones amarillos
50 g de azúcar de caña
200 g de nata ligeramente montada y azucarada
50 g de almendras
10 bizcochos
Preparación
Pelar los melocotones, cortarlos por la mitad y deshuesarlos.
Colocarlos en una bandeja grande, con la parte cóncava hacia arriba, espolvorearlos con el azúcar y dejarlos reposar unos minutos. Escaldar las almendras, pelarlas y picarlas. Desmenuzar dos de los bizcochos y añadirles las almendras picadas.
Poner en el centro de cada mitad de melocotón un bizcocho, formar alrededor un cordón de nata montada, distribuyéndola con una manga de pastelero, espolvorear con la picada de bizcochos y almendras.
6 Meter en la nevera hasta el momento de servir.
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