Jugos con maracuyá para el sistema inmunológico y garganta irritada
La maracuya, también conocida como el nombre de granadilla, se puede encontrar en forma tanto cultivada como silvestre en las selvas de Centro y Sudamérica, al igual que en Jamaica, Trinidad y en algunas otras islas de las Indias Occidentales.
También se encuentra ocasionalmente en el sur de Florida y en las zonas tropicales de Europa.
El árbol del maracuyá tiene tallos fuertes, elevados, de forma cuadrangular y sin vellos, que trepan por medio de zarcillos hasta alcanzar casi cinco metros de largo. Sus hojas son alternas y se encuentran adheridas a tallos gruesos de entre 1,25 y 5 cm de largo, que producen seis glándulas y están flanqueados por un par de estípulas ampliamente ovaladas de unos 4 cm de largo.
Este árbol produce una flor muy atractiva, conocida como pasionaria, que se vende en algunos mercados de hierbas en Estados Unidos y Canadá.
Las flores llegan a alcanzar hasta 12 cm de ancho, son de color blanco rosado o purpúreo en su interior, y verde o verde rojizo en su exterior, y tienen pétalos con un tinte rosado o blanco que por lo general tienen de 4 a 5 cm de largo.
La corona de la flor es de doble hilera, de color azul rosado en la parte superior, azul en la parte media, y rojo-morado y blanco en la parte inferior. Estos colores le dan a las pasionarias una apariencia sorprendentemente hermosa y exótica.
La maracuyá puede ser de color verde pálido, a menudo morado, o bien una bella combinación de rojo y dorado si tiene su origen en Nueva Zelanda. Es de más o menos el tamaño y la forma de un huevo grande de gallina. En ciertos aspectos se asemeja a un melón muy pequeño. Debajo de su suave e incomible cascara se encuentra una carne de color blanco, amarillo o rosado y una cavidad central repleta de numerosas semillas rodeadas de una pulpa acida jugosa de color rosa purpúreo.
Las pequeñas semillas son casi circulares, achatadas y de color negro o morado-café, y representan un inconveniente cuando se come la fruta madura, suave y muy dulce con una cuchara.
Propiedades nutritivas
La maracuyá cruda contiene estos nutrientes: 2 mg de calcio, 12 mg de fósforo, 0,3 mg de hierro, 5 mg de sodio, 63 mg de potasio, 130 unidades internacionales de vitamina A, 5 mg de vitamina C, y 5 mg de magnesio.
Propiedades curativas
La mayoría de las tribus sudamericanas que fueron estudiadas por los etnólogos y otros científicos a finales del siglo XIX y principios de este siglo ya no existen.
Sin embargo, se recolectó suficiente información acerca de sus formas de vida que se incorporó a la colosal obra en siete volúmenes y de difícil adquisición titulada Handbook of South American Indians (Washington, D.C.: U.S. Government Printing Office, 1946-59).
Una obra más reciente, titulada The Healing Forest: Medicinal and Toxic Plants of the Northwest Amazonia (Portland, Oregon: Dioscorides Press, 1990), aporta datos adicionales recolectados por un fitobotánico y fitoquímico de vanguardia, en relación a muchas de las plantas anteriormente usadas por muchas tribus sudamericanas. Es de estas dos fuentes que se obtuvo la información que aparece a continuación.
En la vasta área de la Cuenca Amazónica situada en la región oriental de Bolivia y la región nororiental del Brasil, habitaban las tribus Chama y Macuna. Ya para finales del siglo pasado, solamente existían unos cuantos cientos de miembros de ambas tribus en esa zona. Además de utilizar la gran abundancia de frutas tropicales que crecían en estado silvestre, los Chama y los Macuna también cultivaban la maracuyá, tomate, melón, calabazas de diversas variedades, ñame, colocasia (taro) y legumbres.
Al alcanzar la madurez total en su enredadera, la maracuyà se recolectaba, se pelaba y se le sacaban las semillas. Su jugo y su suave pulpa se colocaban en una pequeña batea de madera, que se había tallado previamente de un pedazo de tronco. Entonces, se usaba un garrote a manera de macana para golpear la fruta hasta obtener una pulpa acuosa, que se vertía en otro tazón de madera y luego se daba a algunos de los viejos de la tribu para que la bebieron y mejoraran su vista deficiente.
Algunas de las demás tribus y subtribus amazónicas utilizaban el jugo de la maracuyá así golpeada y los retoños de la flor machacados para reducir la irritación en la garganta, amigdalitis y para curar la conjuntivitis y mejorar sus capacidades visuales.
Jugos con maracuyá
Jugo con maracuyá para la garganta irritada
Ingredientes
2 maracuyás partidos a la mitad
1 taza de uvas
1/2 taza de piña picada
4 fresas
Preparación
Ponga los maracuyás, las uvas, la piña y las fresas una a la vez en el exprimidor y procéselos. Sirva en un vaso y si desea decórelo con una flor de piña, naranja y cereza
Jugo con maracuyá para reforazar el sistema inmunológico
Ingredientes
2 mandarinas peladas y en gajos
1 maracuyá
Preparación
Lavar y pelar las mandarinas y el maracuyá y colocar en la licuadora junto con un poco de agua. Licuar por unos minutos. Tomar un vaso de este jugo todos los días especialmente en temporada de gripe o resfriado.
Precauciones
A consecuencia de su alto contenido de azúcar, aquellas personas con problemas de azúcar en la sangre necesitan tener cuidado con el uso de la maracuyá.
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