Prevenga el dolor de cabeza con vitaminas
Las vitaminas son sustancias orgánicas con carbono, imprescindibles para los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos.
No aportan energía y son acalóricas, puesto que no se utilizan como combustible, pero sin ellas el organismo no podría aprovechar los elementos "constructivos" y energéticos suministrados por la alimentación. Por esta razón, también se las considera nutrientes.
Cuando la ingesta diaria no garantiza la cantidad mínima de estos nutrientes, aparecen molestias orgánicas; la cefalea puede ser una de ellas. El dolor de cabeza suele ser resultado de la deficiencia de algunas vitaminas esenciales para mantener el equilibrio y el buen funcionamiento mental.
Por ende, así como este déficit puede causar dolor. Los nutrientes fundamentales para combatir los dolores de cabeza son los siguientes:
Vitamina B1
Es imprescindible para el buen funcionamiento del sistema nervioso; su carencia causa dolores de cabeza, nerviosismo, falta de concentración, agotamiento y diferentes tipos de alteraciones nerviosas. Se cubren las necesidades diarias de este compuesto orgánico cuando se introducen la avena o el pan integral en la dieta diaria. La avena contiene, por cada 100 g/ 3 1/2 oz, 0,40 mg de vitamina B1 (el mismo peso de pan blanco contiene 0,09 mg). También se puede encontrar vitamina Bi en carnes, yema de huevo, hígado, leche, cereales integrales, semillas de girasol, legumbres, verduras, levaduras.
Vitamina B2
Su deficiencia provoca cansancio visual y dolores de cabeza. Como todas las que forman el complejo B, tiene efecto relajante, combate el insomnio y las cefaleas provocadas por posturas tensionales; es también muy importante para la piel. Se halla en espinacas (no congeladas), brócoli, lácteos, carne, pescados, huevos, arroz integral, harina de soja, semillas de alfalfa, hortalizas verdes, alubias
Vitamina B3
Se ha demostrado que esta vitamina ayuda a prevenir y aliviar el dolor de cabeza. Su cualidad fundamental es la de dilatar los vasos sanguíneos, y su deficiencia produce síntomas de nerviosismo y estrés. La niacina (o vitamina B3) no se ve afectada por el calor, la luz, el aire o las soluciones básicas; sin embargo, se pierde fácilmente al lavar con agua los alimentos, debido a que es hidrosoluble. Se la encuentra en pescados, legumbres, harina integral de trigo, soja, avena y maíz, tomates, patatas, alfalfa, carnes.
Vitamina B5
Este ácido pertenece al complejo B, vitaminas hidrosolubles con múltiples funciones en el organismo. Ayuda al desarrollo del sistema nervioso, a liberar la energía de los alimentos y a la conversión de grasas y azúcares en energía. Su deficiencia puede provocar hipoglucemia y, como consecuencia, dolor de cabeza. También previene la fatiga. La dosis diaria recomendada es de 6 mg, aunque los atletas deben ingerir dosis mayores, debido a su mayor gasto de energía. Son fuente de vitamina B5 todas las carnes, en especial el hígado, aves, pescados, frutas frescas, productos lácteos, cereales, vegetales.
Vitamina B6
Es un componente necesario para elevar los niveles de serotonina (químico natural cerebral), neurotransmisor que además de su acción antidepresiva, disminuye el riesgo de la aparición del dolor. Varios informes recientes avalan su empleo para mitigar el dolor de cabeza y el cansancio mental. Si se la toma en grageas, no hay que excederse de la dosis de 200 mg por día. Se la encuentra en papas, plátanos, cereales de salvado, pasas, lentejas, cacahuates, hígado, pavo, atún.
Vitamina B12
Los síntomas de deficiencia pueden tardar de 2 a 3 años en ponerse en evidencia. Se reconocen clínicamente por su efecto sobre el sistema nervioso, ya que se manifiestan mediante una propensión a la initabilidad que suele traer como consecuencia cefaleas tensionales. También llamada cianocobalamina, es una vitamina indispensable para la formación de glóbulos rojos y para la regeneración de los tejidos.
Como es hidrosoluble, la carne y el pescado hervidos pueden llegar a perder hasta un 30 por ciento de su contenido en el agua de cocción. Los alimentos fuente de esta vitamina son hígado, carnes, visceras, pescados, huevos y, en menor cantidad, leche y derivados; disttibuyéndolos en la dieta de manera equilibrada se cubren las necesidades de esta vitamina.
Vitamina C
Su presencia en el organismo disminuye cuando se está sometido a situaciones de tensión; por eso es muy importante que la ingieran las personas estresadas, para evitar resfríos y dolores de cabeza. Se calcula que basta con consumir una fruta cítrica por día (no antes de las comidas, porque aumentan la absorción de cobre por el organismo, generadora de dolores de cabeza). Su ingesta debe ser diaria, ya que no se acumula. Se la encuentra en: cítricos, algunas verduras, fresas, kiwis, guayabas, grosellas, naranjas, tomates, ajíes rojos.
Vitamina E
Llamada también “tocoferol”, esta vitamina liposoluble, esencial para el organismo, previene los dolores de cabeza derivados de problemas oculares. En general, cuida al organismo contra la formación de moléculas tóxicas resultantes del metabolismo normal, como de las ingresadas por vías respiratorias o bucales.
Se la encuentra principalmente en: yema de huevo, aceites vegetales germinales (soja, cacahuate o cacahuate, arroz, algodón y coco), apio, vegetales de hojas verdes, cereales y panes integrales.
Acido fótico
Es una vitamina hidrosoluble, del grupo de las B. No puede sintetizarse ni almacenarse dentro del organismo, por lo que ha de consumirse en la dieta habitual. Su carencia puede afectar al sistema nervioso (nerviosismo permanente, insomnio, dolores de cabeza de origen tensional). Es muy beneficiosa durante la menopausia, ya que interviene aumentando los niveles de estrógeno y mitigando los dolores de cabeza y el decaimiento general. Su necesidad de ingesta aumenta durante el embarazo, la lactancia, las enfermedades del hígado, los tumores, el alcoholismo y las carencias de vitaminas C y B^. Se encuentra, sobre todo, en verduras de hoja verde, hortalizas, frutas, legumbres, patatas.
Deja un comentario