Cereza: Propiedades y recetas saludables
La cereza es un fruto muy jugoso, de sabor muy dulce y de pulpa firme; en su interior contiene un hueso, (o carozo), con una semilla abundante en aceites grasos. Su color es rojo, en diversas tonalidades.
La cereza es una de las frutas cuyo uso no ha sido lo suficientemente recomendado; en función de esto, sus grandes virtudes terapéuticas, no son muy conocidas.
Propiedades nutritivas y medicinales
Por cierto que, comiéndolas bien maduras, constituyen el mejor purgante natural, tanto para niños como para adultos. Previenen además, la acidez estomacal y los cálculos hepáticos, a la vez que provocan la expulsión de todas las toxinas alojadas en el intestino. Al respecto, alguien ha dicho con sobrada razón, que las cerezas constituyen el peor enemigo de los gusanos intestinales, sobre todo porque se trata de un enemigo natural.
También significan buena ayuda para los que sufren inapetencia, sin olvidarnos de sus propiedades oxigenantes y purificadoras de los tejidos y la sangre.
El pedúnculo o cabito de las cerezas, posee también cualidades terapéuticas sobresalientes, ayudando a aumentar la cantidad de orina, por lo que está indicada para los artríticos, afectados por enfermedades a las vías urinarias y retención de líquido. La forma de aprovechar estas virtudes, es la siguiente:
En un litro de agua, se hierven unos 25 ó 30 gramos de rabitos, por espacio de 10 minutos aproximadamente. Se quita del fuego la decocción y se vierte en un recipiente, en el que se habrán puesto de 200 a 250 gramos de cerezas. Se deja en esa forma unos 20 minutos y luego se cuela, oprimiendo las cerezas contra el colador, para quitarles todo su jugo. Resultado: un remedio en forma de bebida, de sabor muy agradable.
Las cerezas tienen un buen porcentaje de azúcar, llamado levulosa, que, por ser de asimilación menos dificultosa para el organismo que el azúcar común, es recomendable para los niños, a la vez que resulta aconsejable para los diabéticos, que de esta forma podrán romper la rutina de su régimen alimenticio, sin ningún perjuicio y aún con resultados beneficiosos.
Para abonar esta afirmación, bastaría citar que en épocas calurosas, resulta un excelente refresco, por la gran cantidad de agua purificada que contiene.
Por si todas las propiedades mencionadas no fueran suficientes, valga anotar que este fruto permite combatir la obesidad. Para esto es preciso hacer un tratamiento riguroso, a base de cerezas exclusivamente, debiendo comerse unos 3 ó 4 kilos diariamente por espacio de dos semanas. En este lapso y siempre que se cumpla con el régimen disciplinadamente, puede llegarse a rebajar hasta 5 kilos. Esta propiedad se debe a su contenido en sustancias que actúan sobre el sistema glandular en general, normalizando su funcionamiento.
Resumiendo, estamos en presencia de un fruto de grandes cualidades, con abundante riqueza en sales minerales, azúcar, celulosa, 80% de agua, así como abundante cantidad de minerales, entre los cuales se destacan el potasio y el hierro.
Otro modo de comer cerezas, exquisita y saludablemente, resulta de combinarlas con miel, queso fresco o frutas secas, cuidando mucho de no acompañarlas de frutos oleaginosos o verduras.
Recetas saludables
Receta saludable con cereza #1: Sopa de cerezas
Ingredientes (Para 4 personas)
800 gramos de cerezas
vino tinto
azúcar
limón
pan
mantequilla
Preparación
Cocer las cerezas, siempre son preferibles las de clase morada, bañándolas con un vaso de vino tinto y añadiendo azúcar a voluntad; perfumarlas con un poco de corteza de limón rallada y mantenerlo todo al fuego durante unos 8 minutos, no más. Mientras tanto freír en mantequilla unas rebanadas de pan, partidas en dos, a los que se les habrá quitado la corteza.
Servir las cerezas individualmente en plato hondo, sobre el que se colocará el pan frito. Verter encima las cerezas con su jugo dulce, abundante y un poco denso.
Receta saludable con cereza #2: Licuado de cereza
Ingredientes (Rinde 2 porciones)
1 plátano
1 1/2 taza de cerezas congeladas
1 1/2 taza de jugo de manzana
2 cucharaditas de extracto (esencia) de vainilla
1 taza (250 mi) de helado de vainilla
Preparación
Retire ia cascara del plátano, córtelo en trozos de 2.5 cm (1 in). Deje enfriar en el congelador durante 2 horas, hasta solidificar.
Coloque dos vasos altos en el congelador para que se enfríen. Mezcle el plátano, cerezas, helado, jugo de manzana y vainilla en una lícuadora hasta suavizar. Vierta en los vasos y sirva.
Deja un comentario