Alimentación antitumoral o anticancer
Existen muchos factores que pueden contribuir a la aparición de enfermedades tan serias como el cáncer.
Algunas no son controlables, como el genotipo o los antecedentes familiares mientras que otros no son modificables como, en el caso del cáncer de mama, la edad de la primera menstruación, el número de embarazos, la edad del primer embarazo o la edad en la que acontece la menopausia.
Sin embargo, determinados factores ambientales, dietéticos (exceso de peso) y de estilo de vida (falta de ejercicio) si son controlables y su existencia, en conjunto con los factores arriba mencionados, pueden predisponer al desarrollo de cáncer de mama.
Por ello, es importante tener en cuenta e implementar hábitos alimentarios saludables que permitan reducir los riesgos de aparición de esta enfermedad. A continuación, se detallan algunos de ellos:
Hábitos alimenticios que protengen a la mujer de la formación de tumores
Consejo para una alimentación antitumoral #1: Evitar las grasas.
Las dietas altas en grasa se relacionan con una mayor incidencia del cáncer de mama, siendo mayor el riesgo si la grasa es animal, al igual que no incluir alimentos ricos en fibra diariamente.
Una alimentación de bajo contenido graso es aquélla en la que se consumen lácteos desnatados, se evita comer todo tipo de grasa de origen animal, como la manteca, los lácteos enteros, los embutidos y los productos de panadería, y se prefieren aceites vegetales en crudo, sin cocciones largas y utilizando métodos de cocción que no impliquen grandes cantidades de éstos, cocciones al horno, al vapor y hervidos.
Consejo para una alimentación antitumoral #2: Aumentar el consumo de fibras.
Un aumento en el consumo de fibra se logra a través de la incorporación de legumbres, granos integrales, verduras y frutas frescas, preferentemente crudas y con sus cascaras o piel. Lo ideal es consumir no más de 25% de las calorías grasas con respecto a las calorías totales, e ingerir al menos 25 gramos de fibra por día. Verduras de la familia de las cruciferas, como el repollo, la coliflor y el brécol tienen un efecto protector contra el cáncer, ya que poseen un componente que fortalece las células que le hacen frente a los tumores.
Consejo para una alimentación antitumoral #3: Consumir más vegetales frescos y alimentos integrales.
Una alimentación rica en alimentos integrales y vegetales frescos, permite incorporar ciertos elementos protectores, como las vitaminas C y E, carotenos, minerales, oligoelemeutos y fitoquímicos.
Se cree que la incorporación de aceites omega-3 a través del consumo de aceite de oliva virgen, fundamentalmente, puede prevenir algunos tipos de cáncer, entre ellos, el de mama.
No obstante, es crucial llevar a cabo correctas técnicas de cocción con adecuadas temperaturas para controlar la calidad e integridad de los aceites, ya que de no hacerlo pueden ocurrir procesos de oxidación y generación de compuestos no deseados, conocidos como radicales libres.
Los antioxidantes presentan la propiedad de bloquear el efecto dañino de los radicales libres. La mayor parte de las sustancias antioxidantes se encuentran en alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
La incorporación diaria de frutas y verduras también permite incorporar agentes fitoquímicos, compuestos que han sido relacionados con un efecto anticancerígeno.
Consejo para una alimentación antitumoral #4: Evitar bebidas alcohólicas.
El abuso de alcohol aumenta la predisposición al cáncer de mama; sus acciones más contraproducentes son el incremento en el desgaste de micronutrientes, la depresión del sistema inmunitario y el avance de os procesos de envejecimiento.
Los efectos nocivos del alcohol se producen cuando éste entra en contacto con ciertos tejidos del organismo, siendo más severas las consecuencias cuando la ingesta de alcohol se combina con el consumo de tabaco. También se cree que el alcohol podría actuar como vehículo de otras sustancias carcinógenas.
El tejido mamario tiene la capacidad de transformar el alcohol en radicales libres y una gran dificultad para deshacerse de ellos. Según resultados de investigaciones realizadas por un grupo de científicos argentinos, el consumo regular de alcohol incrementa la actividad metabólica del tejido mamario, promoviendo la oxidación celular: factor fundamental en la generación de tumores, aumentando así el riesgo de padecer cáncer de mama.
Tips básicos antitumorales para recordar:
Las dietas ricas en grasas y pobres en fibras inciden negativamente sobre la salud, potenciando la aparición y el avance de diversas patologías, entre ellas, el cáncer de mama.
Se recomienda que las mujeres no superen los 20 grs. de alcohol diarios, teniendo en cuenta que un vaso de 125 ce. de vino contiene 12 grs. de alcohol al igual que un vaso de 300 ce. de cerveza y que una medida de 40 ce. de bebida destilada.
Realizar actividad física regularmente, por lo menos 4 horas por semana, contribuye en la prevención de esta afección, ya que el ejercicio mejora el sistema inmune y reduce los niveles de estrógenos.
Vínculos patrocinados
Deja un comentario