Albaricoque: Propiedades y recetas saludables
El albaricoque, llamado también damasco o albérchigo en algunas regiones de Andalucía, viene del árbol de la familia de las rosáceas, el albaricoquero.
Se cree que llegó a la Península a través de los romanos que lo trajeron a Europa alrededor del año 70 a.C. o vía Armenia, de donde vendría su nombre originario: Prunus armeniaca. El clima de España es perfecto para cultivarlos, ya que se adaptan sin problemas en la mayoría de las provincias del Mediterráneo.
Su excelente calidad nutritiva nos lleva a recomendar esta fruta para todas las edades, desde la primera infancia, utilizándolo en los preparados de frutas, hasta la tercera edad.
También es un óptimo postre para el verano, puedes utilizarlo para rellenos en tartas o crepés, para elaborar confituras o mousses entre otras muchas preparaciones. Los famosos “orejones”son perfecto para aderezar los guisos de carne y como alimento energético para los deportistas que necesitan un alto aporte calórico en poco volumen.
Existen diversas variedades como las siguientes:
Currot: es la más temprana en el mercado. De pequeño tamaño, piel delicada de color blanco-rosáceo, pulpa blanquecina, poco carnosa y sabor ácido.
Bulida: su piel es amarilla y su carne dulce, jugosa y perfumada.
Canino: con forma casi redonda y tamaño grande o muy grande, de piel amarilla o anaranjada.
Galta roja: significa mejilla roja, posee una piel mitad rojiza y mitad amarilla, su pulpa es anaranjada y de sabor dulce.
Propiedades nutricionales
La mejor época para consumirlo es desde finales de primavera (mayo) hasta finales de verano (septiembre). Su color anaranjado lo convierte en una fruta rica en provitamina A o betacatoreno, lo cual hace que sea un alimento recomendado para prevenir las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Nos aporta minerales como el potasio, el magnesio y el calcio.
Debido a su alto porcentaje en agua en un alimento ideal para las dietas bajas en calorías, ya que cien gramos nos aportan 39,7 calorías. Su alto contenido en fibra lo convierte en un aliado para regular nuestro transito intestinal.
Recetas saludables con albaricoque
Tartaletas de albaricoque
Ingredientes
1 lámina de hojaldre.
4 albaricoques maduros.
Para la crema:
100 g de azúcar.
3 yemas.
40 g de harina de maíz.
Medio litro de leche.
Preparación
Para la crema, mezcla el azúcar con la harina, con un poco de leche fría y con las yemas. Después, añade el resto de la leche, ponió todo al fuego y cuécelo sin parar de remover hasta que hierva. Déjalo cocer unos minutos más. Extiende el hojaldre y córtalo en dos o cuatro rectángulos dependiendo de lo grandes que quieras que sean las tartaletas.
Pincha el hojaldre con un tenedor para que al cocerlo no se deforme, ponle una cucharada de crema y coloca encima el albaricoque partido en láminas. Hornéalo durante media hora a 180 °C. Sirve la tartaleta templada.
Recomendaciones
Cuando vayas a comprar albaricoques, ten en cuenta que estén maduros y que no presenten ni golpes ni manchas. Una vez en casa, guárdalos en la nevera dentro de una bolsa agujereada, y recuerda que no aguantarán más de tres o cuatro días en estado óptimo.
Dado su exquisito dulzor y su perfumada fragancia, los albaricoques se consumen principalmente como fruta fresca cuando están bien maduros. Si se consumen cuando todavía están verdes pueden resul tar indigestos. Aunque también te servirán para la cocina, cuécelos y haz confituras perfectas para rellenar tartas. Si los encurtes con vinagre y clavos serán un original acompañamiento para las carnes frías o el jamón.
Cuando sean grandes puedes cortarlos por la mitad y disponerlos sobre una placa de hojaldre para confeccionar una tarta rápida y colorida. En algunos lugares se suelen dejar secar sin hueso y se obtienen los conocidos “orejones”, muy consumidos en nuestro país a partir de primeros del mes de septiembre y sobre todo en Navidad.
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